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ARTRITIS IDIOPÁTICA JUVENIL: QUÉ ES, SÍNTOMAS, DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

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Qué es

El término artritis idiopática juvenil (AIJ) hace referencia a un grupo heterogéneo de enfermedades inflamatorias de origen desconocido que comienzan durante la infancia y cuya expresión clínica común es la artritis.

A quién afecta

Uno de los falsos mitos que existen en torno a las enfermedades reumáticas es que afectan únicamente a personas mayores, sin embargo, las patologías del aparato musculo-esquelético también se dan durante la infancia y la adolescencia. En estos pacientes, las enfermedades reumáticas afectan sobre todo al tejido conjuntivo, principal componente del aparato locomotor (articulaciones, músculos y tendones) y que también forma parte de otros órganos como la piel, ojos, vasos sanguíneos, etc.

Diagnóstico

Los especialistas consideran requisito indispensable para el diagnóstico de AIJ la persistencia de la artritis durante al menos seis semanas en pacientes menores de dieciséis años una vez que se hayan descartado otras posibles causas.
Además de la artritis, la AIJ se pueden acompañar de otros síntomas muy variados, como dolor e inflamación de las articulaciones, erupciones de la piel, fiebre, aumento del tamaño de los ganglios, inflamación de los ojos, cansancio, retraso del crecimiento, etc. En concreto, la artritis idiopática juvenil se caracteriza por la presencia de inflamación de la membrana sinovial o sinovitis que puede causar la destrucción de las estructuras intra y periarticulares, con el consiguiente deterioro funcional.

Clasificación de la Artritis Idiopática Juvenil:

  • Artritis sistémica
  • Oligoartritis
  • Poliartritis (factor reumatoide positivo)
  • Poliartritis (factor reumatoide negativo)
  • Artritis psoriásica
  • Artritis relacionada con entesitis
  • Artritis indiferenciada

Consulta al reumatólogo

Es importante conocer los síntomas y exponerle todas las dudas al reumatólogo con el fin de establecer el diagnóstico lo antes posible, identificar las posibles complicaciones y comenzar la estrategia terapéutica más adecuada para cada paciente. Todo ello encaminado a conseguir un mejor control de la enfermedad y una evolución favorable de la misma.